LA CARTA DE LOS MARTES – 18 DE JUNIO DE 2019

LA CARTA DE LOS MARTES – 18 DE JUNIO DE 2019

Es la imaginación, la ciencia y la técnica las que posibilitan y permiten el avance de la Humanidad. Eso es algo que los neomalthusianos del mundo, unidos, no entienden bien. Ni a la primera. Ni nunca si de ello depende su sustento.

********

Queridos amigos:

El 18 de junio ofrece varias efemérides. Hubiera podido elegir la victoria de Juana de Arco en Patay (1429), la fundación del Puerto Real (1483) por los Reyes Católicos, la derrota de Napoleón Bonaparte en Waterloo (1815), el nacimiento de Anastasia Románova (1901) o la proclamación de la República de Egipto tras derrocamiento del rey Faruk (1953), pero ninguna de ellas me pareció lo suficientemente ilustrativa. Me atrajo mucho más subrayar la llegada a Centroeuropa (París, Turín, Padua) de la pluma de cenizas procedente de la erupción del volcán islandés Laki, que comenzó el 8 de junio de 1873 y que seguiría vomitando productos diversos durante ocho meses. La llegada de las cenizas tuvo lugar el 18 de junio. Las consecuencias fueron terribles.

Ustedes recordarán la teoría el invierno nuclear, tan en boga en los 80’s del Siglo XX, cuando el enfrentamiento entre los EEUU y la URSS amenazaba resolverse a través de una completa destrucción mutua por la vía del lanzamiento de vectores con bombas nucleares convencionales de gran potencia. Los modelos que se elaboraron entonces garantizaban el llamado invierno nuclear. Éste se desarrollaría por el lanzamiento a la atmósfera de enormes cantidades de cenizas procedentes de las explosiones nucleares y los incendios subsiguientes.
El origen del invierno de 1873 fue una erupción que expulsó aproximadamente 14 kilómetros cúbicos de lava basáltica así como nubes tóxicas de ácido fluorhídrico y dióxido de azufre que mataron de inmediato a 9000 islandeses​ (el 20% de la población de entonces) y más de la mitad del ganado de la isla.

En realidad, la Tierra ya había experimentado ese fenómeno, pero no estaba el Hombre aquí para verlo. Hace 65 millones de años, el meteorito que impactó en la península de Yucatán y generó el cráter Chicxulub provocó la extinción de muchas especies precisamente como consecuencia del invierno que desencadenó.

¿Y por qué llamarlo invierno? Porque las nubes de cenizas que surgen del impacto y los consiguientes incendios impiden durante años (en 1873, sólo meses) el paso de la luz del sol. Ello imposibilita la fotosíntesis. Las plantas interrumpen su desarrollo y mueren. Los herbívoros y granívoros cursan ese camino y tras ellos, según la cadena trófica, los carnívoros y omnívoros. La gran extinción del Cretácico siguió ese patrón.

Mutatis mutandis, en los dos años siguientes a 1873, una densa niebla azulada invadió Europa y parte de Asia. La gran hambruna posterior dejó 6 millones de muertes, sobre todo en Europa, tanto continental como en las islas aledañas. Fue, probablemente, la mayor catástrofe medioambiental de la Historia de Europa. Considérese que las pestes bubónicas (“Peste Negra”) de los siglos VI y XIV fueron creadas involuntariamente por el comercio internacional, al albergar en los sacos de mercancías procedentes de Oriente especímenes de roedores (ratas y jerbos originarios de Mongolia, donde la enfermedad es endémica) infestados con pulgas afectadas por la bacteria Yersinia pestis. Es decir, no fue medioambiental sino inducida.

***

Hablemos del presente. Y del futuro. Hablemos del grafeno, sin ir más lejos. El título del artículo que sigue es indicativo de la importancia de este material llamado a revolucionar la vida del hombre.

Sí, pero, ¿qué es exactamente el grafeno? Es un material compuesto por átomos de carbono densamente agrupados en una red cristalina hexagonal, de un átomo de espesor. Se llama grafeno porque su estructura es similar a la del grafito, aunque éste tiene tres capas, no una. Grafito + eno (sufijo habitual en química orgánica) da como resultadografeno.

Sus características son extraordinarias. Es flexible. Es 200 veces más resistente que el acero y, como éste, posee una gran conductividad eléctrica y térmica. Su densidad es tal que ni siquiera los átomos más pequeños, los del helio, lo atraviesan. Y se rompe sólo con gran aplicación de fuerza: soporta más peso por unidad de superficie que cualquier otro material de flexibilidad similar.

Los dispositivos de grafeno procesan datos 10 veces más rápido que los que utilizan silicio. Si a ello añadimos que esos dispositivos consumen menos electricidad que los de silicio, su aplicación en el mundo de los ordenadores está clara. Un disco rígido de grafeno almacenará 1.000 veces más información que los actuales. Y después, los diodos de carbono saltarán a los demás ámbitos tecnológicos. De todo ello se nutrirá la nanotecnología (1), el campo científico que se dedica al control de la materia a nivel molecular/atómico.

André Geim y Konstantin Novoselov recibieron en 2010 el Premio Nobel de Física por sus descubrimientos sobre el grafeno.

¿A cuento de qué viene todo esto? Pues para recordar que es la imaginación, la ciencia y la técnica las que posibilitan y permiten el avance de la Humanidad. Eso es algo que los neomalthusianos del mundo, unidos, no entienden bien. Ni a la primera. Ni nunca si de ello depende su sustento.

Por ejemplo, el petróleo. Una aproximación intuitiva a la utilización de cualquier recurso natural (2) nos haría prensar que éste terminará agotándose, antes o después. El hecho de que ello no haya ocurrido nunca no desalienta a quienes utilizan el recurso del raciocinio simple para llegar a conclusiones ciertas.

No parece que vivamos ya en la Era del petróleo, pero aunque así fuera, ¿qué ocurre cuando de disponibilidades de petróleo se trata?¿Se va a acabar ese recurso? Desde al menos 1914, diversos organismos han predicho el fin del petróleo y la consiguiente crisis energética mundial. La Oficina norteamericana de Minas (1914), el Departamento del Interior (1931 y 1959) y la Oficina del Presidente de los EEUU (1977) aventuraban no más de 13 años de reservas probadas. Curiosamente, siempre 13 años. Y después, el declive.

Sin embargo, en 2002, las reservas probadas eran de 1.048.000 millones de barriles, suficiente para 48 años al consumo de entonces (BP Statistical Review). Y es que las previsiones de reservas han crecido un 55% en los últimos 20 años. Las razones son múltiples: la tasa media de recuperación del petróleo en pozo era del 35% en 2002 (en 1980 era del 22%); nuevas prospecciones han resultado exitosas; las reservas canadienses de arenas bituminosas, rentables a partir de 50 $/barril, bastan para los próximos 500 años. Existen reservas superiores a las canadienses en Rusia. Y a todo esto se añade el petróleo obtenido vía fracking.

En otras palabras, tras más de un siglo de previsiones erróneas hemos llegado a la situación actual en que la suma de reservas tradicionales, arenas bituminosas e hidrocarburos procedentes del fracking nos dan un horizonte de 500 + años al ritmo de consumo actual. Y todo ello si atendemos a la teoría dominante de origen del petróleo. Si tomamos en consideración la que propugna el origen abiótico del petróleo, apaga y vámonos. ¡Pobres agoreros ricos!

De este tipo de mentalidad surgió la teoría del peak oil, que asevera lo siguiente: la extracción – y el consumo – de petróleo alcanzará un máximo más allá del cual los recursos se irán agotando inexorablemente. Es la mentalidad que subyacía a la famosa apuesta de Julian Lincoln Simon frente a Paul Ralph Ehrlich sobre los precios de las materias primas. Ehrlich es un entomólogo y demógrafo norteamericano, que lleva décadas viviendo a caballo de sus profecías neomalthusianas, del tipo “En los 60s y 70s del Siglo XX, centenares de millones de personas morirán de hambre”. Purito Malthus (3) redivivo.

Julian Simon era un economista y MBA, asimismo norteamericano. Sorprendido por los planteamientos de Ehrlich sobre la inminente escasez de alimentos y minerales (que abocaría a una subida inevitable de precios de ambos), le propuso una apuesta en 1980. Dejó que Ehrlich eligiera 5 minerales entre todos los posibles y apostó a que en el plazo que determinara Ehrlich, ninguno de ellos haría subido de precio. Ehrlich eligió cobre, cromo, níquel, estaño y tungsteno. El plazo fue de 10 años. El monto de la apuesta, 1.000 dólares. Simon ganó la apuesta. Ninguno de los minerales subió de precio. Al contrario, sus precios descendieron.

Un economista confía en las leyes que gobiernan el mercado: a una mayor demanda y ulterior incremento de precio responde el mercado con aumentos de producción para aprovechar esos beneficios, logrando un nuevo equilibrio, eventualmente a un precio menor. Un entomólogo ve mariposas. Al cabo, es el perpetuo antagonismo entre los agoníasneomalthusianos y quienes confían en el ser humano.

***

La frase de hoy me la ha enviado un buen amigo. Es del Profeta Isaías (5: 20): “Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo, que hacen de la luz tinieblas y de las tinieblas luz, que ponen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo”. ¡Ay de los que nos engañan para sacar rédito de sus actos y lejos de arrepentirse y denunciar la falsedad persisten en su empeño hasta su muerte! Isaías fue uno de los profetas mayores de Israel. Nació en Jerusalén en torno al 765 A.C. Profetizó en el Reino de Judá. Anticipó la llegada del Mesías. Fue asesinado por el rey Manasésen el 695 A.C.

Isaías 5:23¡Ay de los que justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho!

Un abrazo

José-Ramón Ferrandis Muñoz

***

(1) Un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro.
(2) Dejamos de lado el petróleo sintético.
(3) Thomas Robert Malthus (1766/1834) fue un presbítero anglicano, también economista y demógrafo. Al final de su vida se dio cuenta del error central de su texto más conocido, Ensayo sobre el principio de la población. La escasez de alimentos se debía al bloqueo de los buques de Napoleón Bonaparte, no a que sólo pudieran incrementar su producción con progresión aritmética.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información sobre protección de datos:

  • Responsable: CENTRO DIEGO DE COVARRUBIAS
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
  • Contacto: info@centrocovarrubias.org.
  • Información adicional: Más información en nuestra política de privacidad.