LA CARTA DE LOS MARTES – 15 DE SEPTIEMBRE DE 2020

Carta de los martes del 15 de septiembre de 2020
Queridos amigos:
El 15 de septiembre de 1584 finalizaron oficialmente[1] las obras del Palacio de San Lorenzo del Escorial en la localidad madrileña del mismo nombre, que habían comenzado en 1563. Se erigió un edificio gigantesco que cumple diferentes funciones, muchas de ellas operativas desde su misma inauguración: palacio real, basílica, panteón[2], biblioteca, colegio y monasterio[3]. Cuando se construyó era el edificio más grande de Europa.
La idea de levantar el Monasterio fue del mismo rey Felipe II. El Escorial materializa en piedra la idea del Rey Prudente, que era asimismo un Príncipe renacentista. Se trataba, entre otras cosas[4], de conmemorar la victoria en la batalla de San Quintín (1557) contra los franceses que tuvo lugar el 10 de agosto de 1557, festividad de San Lorenzo. Y así se hizo para mayor gloria de España[5]. El edificio surgió asimismo para garantizar el culto en el futuro panteón familiar real y dar así cumplimiento a la última voluntad de Carlos I en 1558. El Emperador quiso así separar su último destino del que utilizaron los Trastámara.
El edificio tuvo varios arquitectos: Juan Bautista de Toledo, Juan de Herrera[6], Giovanni Battista Castello El Bergamasco y Francisco de Mora. El artífice de la solución arquitectónica definitiva fue Juan de Herrera, que construyó un templo cuadrado basado en la planta del Vaticano superpuesto a una planta basilical tradicional, con el altar mayor al final de la nave principal. Era de estilo plateresco renacentista, pero dio paso al modo herreriano, una variante del clasicismo, desprovisto de ornamentos y de gran rigor geométrico. Predomina su unidad de estilo, cuyos valores principales son el orden, la jerarquización y la correcta relación entre las partes de la composición, integrando monarquía, religión, ciencia y cultura.
Su superficie es de 33.327 m². El rectángulo de la planta es de 735×580 pies castellanos, es decir, 205×162 metros. Se halla sobre la ladera meridional del monte Abantos, a 1.028 metros de altitud, en la sierra de Guadarrama[7].
Desde finales del siglo XVI se lo consideró la Octava Maravilla del Mundo[8] por su tamaño, su belleza, sus múltiples funciones y gran valor simbólico. Además, contiene ejemplos descollantes en el ámbito de la pintura, la escultura, los ornamentos litúrgicos, los códices[9] y pergaminos, entre otros, lo que convierte al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial en un museo.
Las estatuas de David y Salomón flanquean la entrada a la basílica, estableciendo un nítido paralelismo con el luchador Carlos I y el prudente Felipe II.
La masonería pretendió, dos siglos más tarde, asegurar que Felipe II buscaba tender similitudes entre la presencia de ambos reyes/profetas y el Templo de Salomón en Jerusalén. La masonería está para eso, para tergiversar, mentir y desorientar. Pretender que Felipe II tuviera eso en mente es simplemente grotesco. Las estatuas de David y Salomón en la fachada del magno edificio buscaban probablemente subrayar la presencia real de Dios en la Eucaristía, idea negada por los protestantes y defendida en el Concilio de Trento. Ese es el contexto histórico e ideológico adecuado.
Con todo y con ser un prodigio de la arquitectura y del diseño, la vida de esta magnífica poliédrica obra de arte no fue sencilla ni estuvo carente de sobresaltos. La guerra de la Independencia implicó el saqueo (francés, claro) de parte de sus riquezas y la exclaustración de los monjes jerónimos. Una vez reintegrados éstos al monasterio y reparados en lo posible los daños, el Trienio Liberal y las medidas asociadas expulsaron del monasterio a la mayoría de los monjes (entre 1812 y 1824).
Más tarde, como consecuencia de la entrada en vigor de las leyes desamortizadoras, el 1 de diciembre de 1837 salieron de nuevo los 150 monjes jerónimos. Tras un intento de restauración que resultó fallido se creó un patronato de capellanes seculares.
En 1885, tras sendos intervalos en que lo ocuparon los Padres Escolapios y de nuevo los capellanes seculares, el rey Alfonso XII hizo entrega del monasterio a la Orden de San Agustín. Los agustinos viven en el monasterio hasta este momento.
El Monasterio y Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial fueron declarados Monumento Histórico-Artístico en 1931. El 2 de noviembre de 1984, coincidiendo con el cuarto centenario de la construcción del Monasterio, el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO lo inscribió en la Lista de sitios Patrimonio de la Humanidad, como «El Escorial: Monasterio y Sitio». Ello incluye el Monasterio y otros enclaves, la Casita del Príncipe y la Casita del Infante.
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El avance tecnológico de hoy viene a la Carta por una razón sobre toda otra: su enorme sencillez explicativa, que conduce a una carga pedagógica poco común. Si uno no sabe exactamente qué es la fusión nuclear, este es el momento de aprenderlo con facilidad.
Y no sólo eso: conocer los pormenores de este avance tecnológico nos permitirá situarnos mejor en un futuro inmediato, cuando los problemas de generación de energía eléctrica pertenezcan al pasado. No es poca cosa lo que estoy diciendo.
El artículo que presento no sólo permite saber qué es la fusión, sino responde con claridad a una batería de preguntas del tipo ¿Cómo es posible que dos átomos se unan si ambos tienen carga positiva[10]? ¿de dónde procede la energía que surge de una fusión nuclear? ¿Por qué la fusión más prometedora y operativa es la que acontece entre deuterio y tritio?
Podremos saber asimismo cómo Ernest Rutherford observó (y comprendió) la primera reacción de fusión. Y cómo Arthur Eddington postuló (1920) que este era el tipo de reacciones que se producían en las estrellas.
La información reside en varios artículos breves, que iré entregando según vaya disponiendo de ellos.
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La noticia de esta semana tiene que ver con los profundos desarreglos que afectan a una parte importante de la sociedad norteamericana.
La dinámica destructiva en que se han embarcado sectores enteros del activismo financiado por los adalides de la destrucción del sistema ha cansado a sus propios padres putativos, que durante años han alimentado a la bestia sin darse cuenta de que, una vez dotada de vida propia, sería autónoma y los destruiría a ellos mismos. A ese punto hemos llegado.
Los progres del sistema empiezan a temblar. Como Frankenstein[11]. Como Danton. Como Robespierre. Como incluso Marat. Como Kerenski. Como Durruti. Como Azaña. Siempre es lo mismo, nunca aprenden.
El artículo es de ABC y, por ello, sesgado, lábil, biempensante. Habla de Barack Hussein Obama como si nada de esto hubiera ido con él, de las minorías negras como perseguidas, de un supuesto racismo estructural[12]. Los demócratas no tocan un pelo a los criminales. Son con ellos como el PNV con ETA, ya saben. Son sus criaturas. Por eso les permiten que maten. Para utilizarlos. No conocieron la historia de Kerenski… . Pues murió en Nueva York, oiga.
Y ahora resulta que un grupito osa alzar la voz contra este estado de cosas. Les ha caído la del pulpo. Podrían permitir que el actual presidente de los EEUU se ocupara de esto, pero no lo harán porque lo resolvería de un plumazo. Y eso nunca. Son tontos ilustres e ilustrados, encabezados por Noam Chomsky, quien va a vivir lo suficiente como para ver el resultado de su obra.
La frase de hoy es del propio Chomsky:
“La población general no sabe lo que está ocurriendo y ni siquiera sabe que no lo sabe”.
La frase parece ser de 2014, pero vale para cualquier momento.
Y no es sólo la población en general la que no sabe. Él mismo se halla en esa tesitura.
CDC
Saludos