LA CARTA DE LOS MARTES – 22 DE DICIEMBRE DE 2020

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Carta de los martes del 22 de diciembre de 2020
Queridos amigos:
El 22 de diciembre de 1938, director del equipo de química del Instituto Kaiser Wilhelm de Berlín Otto Hahn, consiguió realizar la primera fisión nuclear de la historia.
Hahn había nacido en 1879 en Frankfurt am Main. Estudió química en Marburgo y en Munich. Obtuvo el doctorado en 1901, tras de lo cual trabajó en la Universidad de Marburgo. En 1904 se desplazó a Londres, luego a Montreal y ya de vuelta en Alemania, se estableció en Berlín (1906).
Junto con Lise Meitner[1] y Otto von Baeyer, desarrolló una técnica para medir los espectros de la desintegración beta de isótopos radiactivos. Ello le supuso el puesto de profesor en el Instituto de Química Kaiser-Wilhelm de Berlín en 1912.
En 1918, en cooperación con Meitner, descubrió el protactinio[2]. En 1938, Meitner huyó de la Alemania nacional socialista. Hahn siguió trabajando con Fritz Strassmann en discernir los resultados del bombardeo del uranio con neutrones térmicos[3]. Como seguía en contacto con Lise Meitner, le comunicó el descubrimiento de los elementos bario y kriptón. Meitner, trabajando con su sobrino Otto Robert Frisch, los interpretó (correctamente) como evidencia de una fisión[4] nuclear. Una vez aceptada la idea de la fisión, Hahn continuó con sus experimentos.
Hahn demostró las enormes cantidades de energía que se liberan en los procesos de fisión inducida con neutrones y los usos que de ello podrían derivarse. Como consecuencia de todo lo anterior, ganó el Premio Nobel de Química en 1944 “por sus trabajos pioneros en el campo de la radiactividad”, concretamente por el descubrimiento de la fisión[5] nuclear del uranio y del torio (1938).
Durante la Segunda Guerra Mundial, Hahn estuvo, junto con Werner Heisenberg, Otto Hahn y Carl Friedrich von Weizsäcker, entre los científicos alemanes puestos bajo vigilancia en la operación aliada Alsos[6]. Este programa (no es un acrónimo: Alsos significa arboleda en griego. Arboleda, en inglés, es Grove, por el nombre del jefe de la operación, el brigadier general Leslie R. Groves). La idea era asegurarse de que la Alemania nacional socialista no pudiera desarrollar el arma nuclear[7] y que los EEUU sí lo hicieran, dentro del Proyecto Manhattan.
Cuando a Otto Hahn le otorgaron el Premio Nobel, tanto él como Heisenberg y Von Weizsäcker se hallaban retenidos en Farm Hall (Inglaterra), como parte de la Operación Epsilon, que buscaba información sobre los avances alemanes en relación con la bomba atómica. Hahn hubo de escribir una carta excusando su asistencia al acto de concesión del premio. Durante éste, el presidente del comité Nobel de Química anunció que «el profesor Hahn nos ha informado que lamenta no poder asistir a esta ceremonia».
Tras el final de la guerra y durante el resto de su carrera, Hahn se significó como un firme opositor al uso de armas nucleares. En 1946, Hahn fue fundador y presidente hasta 1960 de la Sociedad Max Planck. Llegó a ser miembro de honor de 45 Academias en todo el mundo. En España ha sido miembro honorífico de la Real Sociedad Española de Física y Química (Madrid), de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Otto Hahn falleció en Göttingen, República Federal de Alemania, el 28 de julio de 1968.
La noticia de esta semana se refiere a un medioambientalista norteamericano llamado Michael Shellenberger[8], quien tras treinta años de militancia izquierdista ha salido de su zona de confort, como se dice en estos tiempos de cobardes, y confesado públicamente que los hechos, los datos, no avalan la teoría del Calentamiento Global Antropogénico, y que el daño que este dogma de fe laica ha causado al mundo es impresionante.
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Como asegura nen algún momento de la entrevista que se ve en el enlace, “ha sido un tremendo error”. Hay una frase reveladora: “Sobre todo, tenía miedo. Callé ante la desinformación relacionada con el clima porque tenía miedo de perder amigos y fondos. En las pocas ocasiones en las que hice un llamamiento en defensa de la ciencia climática contra quienes la tergiversan, las consecuencias fueron muy duras para mí, por lo que decidí callar y no hacer nada mientras mis compañeros ambientalistas aterrorizaban a la gente”.
Schellenberger ha escrito un nuevo libro, cuyo título es explícito (Apocalypse never: Why Environmental Alarmism Hurts Us All). Efectivamente, hace falta valor para enfrentarse a las hordas progres de la forma en que este autor lo ha hecho.
Ciertamente, la verdad es revolucionaria. Fíjense en la lista que detalla Schellenberger:
- Los seres humanos no están causando la “sexta extinción masiva”.
- El Amazonas no es “el pulmón del mundo”.
- El cambio climático no empeora los desastres naturales.
- Desde 2003, los incendios han disminuido un 25% en todo el mundo.
- La cantidad de tierra utilizada para la ganadería – el mayor uso de tierra llevado a cabo por la humanidad – ha disminuido en un total equivalente a la superficie de Alaska.
- Es la acumulación de combustibles de madera y la construcción de viviendas cerca de los bosques -y no el cambio climático- la causa de que haya cada vez más incendios en Australia y California, y sean más peligrosos.
- Las emisiones de carbono están disminuyendo en las naciones más ricas; en el caso de Gran Bretaña, Alemania y Francia lo hacen constantemente desde mediados de los ´70.
- Holanda se enriqueció, no se empobreció, cuando se adaptó a vivir por debajo del nivel del mar.
- Producimos un 25% más de alimentos de los que necesitamos, y el excedente de alimentos seguirá aumentando con el calentamiento global.
- La pérdida del hábitat y la caza directa de animales salvajes son para ellos una amenaza mayor que el cambio climático.
- Los combustibles de madera son peores para las personas y la fauna que los combustibles fósiles.
- La prevención de futuras pandemias exige más, y no menos, agricultura “industrial”.
- Las granjas y la agricultura modernas son la clave para la liberación humana y el progreso medioambiental.
- Lo más importante para salvar el medio ambiente es producir más alimentos, sobre todo carne, en menos tierra.
- Lo más importante para reducir la contaminación atmosférica y las emisiones de carbono es cambiar de la madera al carbón, al petróleo, al gas natural, al uranio.
- Obtener el 100% de la energía por fuentes renovables requeriría aumentar la superficie de la tierra utilizada ahora para la energía del actual 0,5% al 50%.
- Deberíamos desear ciudades, granjas y centrales eléctricas con mayor, no menor, densidad energética.
- El vegetarianismo reduce las emisiones de cada persona en menos de un 4%.
- Greenpeace no salvó a las ballenas; las salvó pasar del aceite de ballena al petróleo y el aceite de palma.
- El dogmatismo de Greenpeace ha empeorado la fragmentación forestal de la Amazonia.
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El avance tecnológico de hoy tiene que ver con el neomalthusianismo, en realidad
Tras 13 años de trabajo y con la colaboración de 2.400 personas de 610 instituciones pertenecientes a 68 países, la revista Science ha anunciado que ya conocemos la secuencia completa del ADN del trigo.
Conocer el genoma del trigo harinero permitirá crear variedades más resistentes. Piénsese que “el trigo es un nutriente básico para más de un tercio de la población mundial y representa casi el 20% del total de calorías y proteínas que consumimos en todo el mundo. Dado que la población mundial podría alcanzar los 9.600 millones de habitantes en el año 2050, la productividad de este cultivo debería aumentar un 1,6% anual para satisfacer la demanda prevista”.
El genoma del trigo harinero ayudará a seleccionar genes que produzcan mejores plantas, variedades más nutritivas y más resistentes a plagas y enfermedades. Además, los investigadores del proyecto han estudiado distintas proteínas que causan alergias alimentarias, como la celiaquía.
Investigación e iniciativa, 141 – Neomalthusianismo, 0. Este partido lo vamos a ganar.
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La frase de hoy es de Alexandra Ocasio Cortez[9], una dícese que política americana perteneciente al Partido Demócrata, que sigue conservando el nombre. No haré hincapié en sus capacidades intelectuales. Para que se hagan a una idea, son análogas a la de la actual vicepresidente primera del gobierno de España.
La frase está recogida en el artículo de L´Osservatore Romano donde se encuentra la entrevista a Shellenberger.
“El mundo se acabará en doce años si no abordamos el cambio climático”. Da igual cuándo lo dijera. Cuando llegue el plazo anunciado dirá lo mismo u otra cosa. Le da igual. Les da lo mismo. Lo hacen siempre. Y les votan. Menos de los votos contabilizados, pero les siguen votando.
Saludos
CDC