LA CARTA DE LOS MARTES — 4 DE ENERO DE 2022

– El 4 de enero de 1977 se promulgó la Ley de Reforma Política, fundamento jurídico de la transición desde el régimen establecido (con su evolución) desde abril de 1939 hasta una democracia al uso occidental prevaleciente. Adjunto el texto del Boletín Oficial de Estado –
La Carta de los martes del 4 de enero de 2022
“En nombre de Dios Todopoderoso”
Queridos amigos:
El 4 de enero de 1977 se promulgó la Ley de Reforma Política, fundamento jurídico de la transición desde el régimen establecido (con su evolución) desde abril de 1939 hasta una democracia al uso occidental prevaleciente. Adjunto el texto del Boletín Oficial de Estado.
¿Por qué presentó Adolfo Suárez[1] este Proyecto de Ley (con rango de Ley Fundamental) a las Cortes Españolas[2] tras la celebración del Referéndum del 15 de diciembre de 1976[3], previa aprobación del proyecto de ley por el Consejo de ministros y con el beneplácito del Consejo Nacional del Movimiento, que lo aprobó el 16 de octubre por 80 votos a favor, 13 en contra y 6 abstenciones, aceptando su propia disolución y la del Régimen todo?
Veamos. Francisco Franco Bahamonde, anterior jefe del Estado, había fallecido el 20 de noviembre de 1975. Su sucesor[4] a título de Rey era Don Juan Carlos I, Borbón, nieto de Alfonso XIII, cuya dinastía recuperó España tras del hiato de la II República y el sistema político institucionalizado a partir del 1 de abril de 1939. El presidente del gobierno era D. Carlos Arias Navarro. Cabía la posibilidad de que éste continuara con el régimen político vigente y sus características más relevantes, pero un sector importante del Movimiento Nacional y el Rey Don Juan Carlos inclinaron la balanza en contra de Carlos Arias, quien dimitió el 1 de julio de 1976, tras rechazar las Cortes su plan para la reforma política. Acto seguido, el Rey nombró presidente del Gobierno a Adolfo Suárez[5].
Adolfo Suárez era un político atípico en la época. De escasa formación técnica (Derecho) había ascendido rápidamente en las filas del Movimiento Nacional de la mano de Fernando Herrero Tejedor, nombrado en 1955 gobernador civil y jefe provincial del Movimiento en Ávila, ciudad de residencia de la familia de Suárez. De arrolladora personalidad, oportunista y perspicaz[6], Suárez tejió complicidades suficientes (empezando por su larga aproximación al entonces príncipe Juan Carlos) como para conseguir que Torcuato Fernández Miranda, hombre de confianza del Rey[7] y muñidor del cambio, le consiguiera el nombramiento de presidente del gobierno en detrimento de Federico Silva Muñoz, (ACDP) y de Gregorio López Bravo, (Opus Dei). Adolfo Suárez figuró como candidato del franquismo[8]. Y las instrucciones eran elegirlo como tal para que destruyera el régimen desde dentro, transformándolo en una monarquía partidista al estilo europeo.
Por eso.
La Ley de Reforma Política contenía varios elementos capitales: la soberanía popular[9], la supremacía de la Ley[10], la organización del Estado y la división de poderes[11]. Un sistema de partidos se erigió sobre la base de la Ley[12].
Por tanto, se puede afirmar que el futuro del régimen de Franco fue aprobado por las Cortes, que habrían de desaparecer en su configuración[13]. Recordemos: en 1975, España estaba regida por una estructura legal radicada en las Leyes Fundamentales del Reino y en los Principios Fundamentales del Movimiento, cuyos textos incluían los procedimientos para reformarlos.
Por esa razón, la Disposición Final de la Ley hace referencia a su categoría de este documento: se trataba de una Ley Fundamental, con el máximo rango legal posible. Las Leyes Fundamentales del Reino de España fueron ocho leyes que organizaban los poderes del Estado durante el período franquista. Siete de ellas fueron promulgadas entre 1938 y 1967. La octava fue la Ley para la Reforma Política. Ese conjunto de leyes sintetizaba y enmarcaba el sistema político español de la época, a la manera de una Constitución.
Además de la Ley de Reforma Política, las leyes Fundamentales fueron el Fuero del Trabajo (1938), la Ley Constitutiva de las Cortes (1942), el Fuero de los Españoles (1945), la Ley del Referéndum Nacional (1945), la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947), la Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958) y la Ley Orgánica del Estado (1966). Todas ellas fueron abolidas por la disposición derogatoria de la Constitución española de 1978.
La Ley de Reforma Política habilitó la celebración de elecciones generales en junio de 1977, que ganó la UCD, partido que organizó Adolfo Suárez. Estas elecciones posibilitaron unas Cortes que promulgaron la Constitución española, aprobada por esas Cortes en sesiones plenarias del 31 de octubre de 1978, ratificada por el pueblo español en referéndum de 6 de diciembre de 1978 y sancionada por S. M. el Rey ante las Cortes el 27 de diciembre de 1978. Esa fue la importancia de la Ley cuya efemérides tiene lugar hoy, martes 4 de enero de 2022.
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La noticia de esta semana se refiere a algo que aconteció hace diez años. Cuantifica el coste de las transferencias de fondos públicos que fueron necesarios para evitar la debâcle de las Cajas de Ahorro (cuantitativamente muy por encima de otras organizaciones del sector bancario) producida por los desmanes que los políticos sentados cómoda y rentablemente en sus consejos de Administración habían perpetrado. El titular reza “el coste para el Estado”. Interprétese correctamente: es el coste para los ciudadanos, que pagan así (también) los errores y la corrupción de la casta política cuya inepcia ya tiene suficientes costes directos per se.
El artículo es interesante no sólo por esa constatación, sino porque explica bien los mecanismos arbitrados en su día para efectuar ese rescate.
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El avance tecnológico de esta semana proporciona una visión actualizada y de conjunto de los cinco problemas más importantes que esperan solución en la esfera de las Ciencias Físicas. El título del artículo hace referencia a que quienes los resuelvan podrían ganar un premio Nobel de la disciplina por ello.
Me ha parecido un excelente articulo: es muy preciso, tiene altura científica sin resultar inasible y a la vez se explica bien para que los ignaros podamos comprender qué problemas son esos. La asimetría bariónica[14], la teoría del campo unificado[15], explicar la materia y la energía oscuras[16], resolver el problema de la flecha del tiempo[17] y despejar el problema de la turbulencia[18]. Disfrútenlo.
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La frase de hoy es conocida, pero cada vez menos y cada vez más olvidada. Lástima. “Velad, pues no sabéis el día ni la hora” Mateo, 25,13. La frase viene a recordarnos que es muy conveniente vivir de acuerdo con las normas entregadas por Dios para su cumplimiento, porque seremos juzgados según las hayamos aplicado. Quienes no lo hayan hecho cuando les llegue la muerte escucharán la siguiente frase, que se halla de la parábola de las vírgenes prudentes: “En verdad os digo que no os conozco” Mateo 25,10-12. ¿Ah, que no sabe el lector quién es Mateo? ¿O acaso desconoce qué es una parábola? O igual eso de las vírgenes le suena a antiguo.
No hay problema. Los Evangelios arrojan luz sobre ello. También este enlace, sin ir más lejos
Cordiales saludos
José-Ramón Ferrandis
Director CDC

Que buena José Ramón. Gracias