LA PUBLICACIÓN SEMANAL DEL CDC — 13 DE SEPTIEMBRE DE 2022

LA PUBLICACIÓN SEMANAL DEL CDC — 13 DE SEPTIEMBRE DE 2022

Estimados socios,

Esta semana escribe para nosotros Gabriel Le Senne. Encontraréis igualmente las efemérides tan destacadas de Jose Ramón Ferrandis, y por último, la guinda de Avizor, «Pensando en Voz Alta».

 

EL LIBERALISMO, UN CAMINO HACIA LA FE

Existe en las redes sociales toda una clase de católicos que en cuanto oyen hablar de liberalismo, saltan a condenarlo. Mi primera experiencia con ellos creo que tuvo lugar allá por 2016, al hacerse eco religionenlibertad.com de la publicación de mi ensayo “Dios nos hizo libres. Apología del cristianismo y el liberalismo”. Una serie de desconocidos se lanzaron a criticarlo sin molestarse en leerlo, simplemente por juntar las palabras cristianismo y liberalismo.

Como he explicado otras veces, el libro fue producto natural de mi propio proceso personal de conversión: primero descubrí el liberalismo, gracias a la crisis financiera a partir de 2007. Llegué a la conclusión de que los únicos que la explicaban satisfactoriamente eran los liberales. Y las reformas que proponían para el ‘Estado de bienestar’ tenían todo el sentido. Más tarde, quizás en torno a 2013, tras un largo proceso intelectual, llegó mi conversión. Entonces surgió la necesidad de estudiar si mis convicciones políticas y económicas eran compatibles con la Fe. Y encontré a autores como Gabriel Zanotti, Francisco José Contreras, y al Centro Diego de Covarrubias, y comprobé que sí, que no sólo eran compatibles, sino que había alguna conexión misteriosa entre ellas.

De algún modo, el liberalismo me preparó para comprender y recibir la Fe. Creo que ahora, tras unos años de reflexión, estoy en condiciones de intentar esbozar una teoría al respecto.

El liberalismo es, según la RAE, la “doctrina política que postula la libertad individual y social en lo político y la iniciativa privada en lo económico y cultural, limitando en estos terrenos la intervención del Estado y de los poderes públicos”. Es decir, que el liberalismo defiende la libertad personal, principalmente en lo político y económico. Hablamos de una libertad de elección, o sea, de una ausencia de coacción: poder elegir lo que queremos hacer, sin que el poder nos lo imponga. Evidentemente, dentro de unos límites: nuestra libertad acaba donde empieza la de los demás. Ahí entraría el principio de no agresión.

Pues bien, esto es lo que la Iglesia denomina libre albedrío, y es en el catolicismo una característica esencial del ser humano, y así lo recoge el catecismo (1730 y ss.). El libre albedrío además se relaciona con el concepto de dignidad humana, la que nos corresponde por el simple hecho de ser persona; y el principio de no agresión, con los Mandamientos: no matarás, no robarás, etcétera. El respeto por la libertad de elección, por tanto, encaja perfectamente con los principios cristianos.

Ahora bien, una vez se toma conciencia del libre albedrío y su importancia, a continuación se plantea la cuestión de qué hacer con él: cómo perfeccionarlo y darle sentido. Y ahí entra en profundidad la doctrina católica sobre la libertad verdadera, que va mucho más allá del libre albedrío.

Cristo nos dijo que la Verdad nos haría libres (Jn 8, 31), y también qué Él mismo es la Verdad (Jn 14, 6). Por consiguiente, es el mismo Cristo quien puede hacernos realmente libres. Porque no basta la mera libertad de elección, externa, sino que además necesitamos una libertad interior que nos permita reconocer el bien, desearlo y perseguirlo, identificando nuestra voluntad con la de Dios y poniéndola por obra. Una libertad que nos permita amar sin límite, cómo Él.

Por tanto, reconocer la importancia y la bondad de respetar el libre albedrío podría ser un primer paso hacia el reconocimiento de esta libertad interior.

Después, llega un momento en que uno se da cuenta de que es ésta, la interior, la verdaderamente importante; que puede llegar a hacernos libres independientemente de las circunstancias, incluso en ausencia total de libertad de elección, como tantos santos testimoniaron estando presos, por ejemplo.

Por ello, animaría a los liberales no creyentes a plantearse el sentido profundo de esa libertad, de ese libre albedrío que defienden. ¿De dónde procede? ¿Por qué hay que respetarlo? ¿Cuál es el fundamento real de la dignidad humana? ¿Somos realmente libres, basta que la sociedad respete nuestra libertad, para que lo seamos? ¿O existen condicionantes y adicciones que nos controlan? Y lo más importante: ¿qué hacer con nuestra libertad?

A los tradicionalistas, les animaría a tratar de entender nuestros planteamientos. Somos tan católicos como el que más. No se apresuren a condenarnos antes de comprender qué proponemos para la sociedad. Ya ven que para algunos, el liberalismo ha sido un camino hacia la Fe.

Por último, a los católicos socialistas, muchos sin ser conscientes de que lo son, les diría que defendemos el liberalismo porque estamos convencidos de que es lo mejor para el bien común, y que consideramos que la mejor ciencia económica y la experiencia histórica lo demuestran.

Todo ello lo iremos desarrollando aquí, si Dios quiere.

Gabriel Le Senne
Abogado con casi 20 años de ejercicio profesional.
Licenciado en Derecho, Administración y Dirección de Empresas por ICADE. Master en Asesoría Jurídica de Empresas por el IE, aúna su labor profesional con actividades sociales como secretario de Sociedad Civil Balear, miembro del Centro Diego de Covarrubias, articulista en mallorcadiario.com o autor del ensayo «Dios nos hizo libres».


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LA CARTA de Jose Ramón Ferrandis en su recién estrenado Blog:
https://joseramonferrandis.es/carta-de-los-martes-13-de-septiembre-de-2022/
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PENSANDO EN VOZ ALTA de AvizorEL ORGULLO Y LA IGUALDAD 

Cuando se exhibe un orgullo que proviene de la condición sexual y no de la condición personal, se está practicando sexismo, ya sea machista, hembrista o de género y se incurre en un supremacismo sexual que, realmente, no existe. Bajo la colectivización sexual y su corolario de enfrentamiento se oculta, siempre, una ideología totalitaria que desprecia la igualdad en libertad.

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RECORDATORIO: El jueves 22 de Septiembre, presentamos en la Universidad CEU SAN PABLO, el libro de Marjorie G. Hutchinson, LA ESCUELA DE SALAMANCA. Para asistir, es necesario inscribirse en info@centrocovarrubias.org

Se hará entrega a los socios de su ejemplar gratuito. Y estará a la venta ese día a un precio reducido de 12€ para los demás asistentes.

Toda la información del acto aquí: https://centrocovarrubias.org/cdc/2022/07/26/la-escuela-de-salamanca-de-marjorie-grice-hutchinson/

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