MEMORANDUM INTERNO DEL EQUIPO DE TERESA RIBERA – 28 DICIEMBRE DE 2024

Hemos recibido la filtración de este memorándum interno del equipo de Teresa Ribera, nueva Vicepresidenta de la Comisión. No podemos verificar la autenticidad del mismo, pero creemos que puede ilustrar las ideas de algunos dirigentes actuales.

 

IDEAS PARA TERESA RIBERA

Sra. Vicepresidenta de la Comisión: En su nuevo mandato, a la vista del extraordinario éxito para la Unión Europea y para España de las medidas ecologistas e intervencionistas que lleva toda su vida promoviendo, de forma muy lucrativa además para su patrimonio, desde su equipo en el Partido Socialista Europeo creemos que debe profundizar mucho más en su programa: más restricciones, más prohibiciones y más subsidios a las organizaciones afines. Por supuesto, con más penalizaciones, más censura y más presión a las organizaciones que no estén suficientemente comprometidas con la Transición energética, en particular cuando difundan desinformación y bulos totalmente desmentidos por los verificadores que subvencionamos generosamente.

Estas son las grandes medidas que proponemos como programa para la próxima Comisión, inspiradas por los movimientos de la sociedad civil subvencionada:

Prohibir la calefacción doméstica: No hay nada más contaminante y que consuma más energía que calentar cientos de millones de hogares en Europa. No es suficiente el encarecimiento que hemos articulado en la UE mediante el recargo de un precio del carbono y el mercado de emisiones de CO2, o la prohibición efectiva de la exploración y producción de hidrocarburos en Europa. Debemos ir más allá. Eso estimulará además la industria de los fabricantes de mantas, jerseys y gorros, aunque será aún mejor importarlos y así fomentar la economía de los países en desarrollo como China. También surtirá de enormes beneficios a la industria farmacéutica, con el aumento de los catarros, resfriados y enfermedades, lo que redundará en un gran estímulo keynesiano, en el espíritu de los informes Draghi y Letta.

Prohibir la cocina doméstica: Esta es otra gran fuente de consumo energético y de contaminación. ¿Para qué calentar las comidas, en particular comidas a fuego lento, o carnes a la parrilla? La prohibición total del consumo energético para cocina doméstica se podrá establecer con un calendario gradual para suavizar su impacto y cambiar el obsoleto modo de vida de los europeos. Se podrá establecer además un rentable plan para financiar la investigación de nuevas vacunas que prevengan la desnutrición y el cólera, que tendrán un mercado garantizado pues serán obligatorias mediante pasaportes verdes europeos. Las autoridades europeas e internacionales atribuirán los problemas sanitarios que puedan aparecer al acaparamiento privado de comida fresca y la falta de seguimiento por parte de los ciudadanos de las directrices oficiales, así como a los bulos y la desinformación.

Prohibir las ventosidades de las vacas: el metano natural de la ganadería genera una parte sustancial de la emergencia climática, según los modelos que dictamos a nuestros expertos académicos. Por eso la manera más eficaz de afrontar tan grave problema será prohibir las emisiones provenientes de la digestión de las vacas, lo que llevará seguramente a erradicar la ganadería (que es lo que queremos) o a soluciones ingeniosas, probablemente ridículas, de los ganaderos, que también prohibiremos, pero que pueden generar entretenimiento en la población durante un tiempo.

Auditorías ecológicas a los hogares: Tenemos que generalizar el control de la población: cada hogar debe certificar toda la basura y todo su consumo energético. Todo será monitorizado para vigilar que el consumo sea el autorizado (por nosotros) y justo. Los cargos oficiales y aquellos contribuyentes comprometidos con las causas verdes tendrán exenciones y bonificaciones que les permitan consumir más, por supuesto. Imagine, Vicepresidenta, los cientos de miles de puestos de trabajo de inspectores ecológicos que podremos crear. Eso aumentará de forma gigantesca además el poder de la Comisión Europea, y creará una clientela muy grande dispuesta a defender la transición justa.

Restaurar todos los cauces naturales en Europa: Debemos tomar medidas mucho más profundas que las ya acometidas: debemos derribar todos los embalses y prohibir el dragado y limpiado de cauces. Esto devolverá los ríos a su estado natural, con gran beneficio para la biodiversidad y las crecidas naturales. Tendrá asimismo el indudable beneficio de que cuando se produzcan mayores desastres e inundaciones, podremos atribuir la culpa al cambio climático, y así crear mayor conciencia social y apoyo a nuestro programa. Podremos obtener cuantiosas contribuciones también de la industria del agua mineral, que se verá muy beneficiada.

Promover denuncias ecológicas entre particulares: La judicialización de las relaciones entre particulares no ha llegado a un nivel suficiente. Es necesario establecer crímenes ecológicos (en línea con las prohibiciones listadas más arriba), y promover la creación de un teléfono europeo de denuncias (pongamos el 017) con campañas de propaganda para que los vecinos y los familiares denuncien actos de contaminación o consumo energético en su entorno cercano. Los beneficios para la clase de abogados, inspectores y el sistema judicial pueden ser enormes.

Profundizar en la banca central verde: El banco central bajo Christine Lagarde está mostrando un buen compromiso con las políticas verdes al penalizar todas las inversiones productivas y suministrar cuantiosos privilegios a nuestros más generosos financiadores, pero se puede ir mucho más allá. Las ONGs y los partidos verdes y de izquierda deben poder acceder a la financiación ilimitada del Banco Central Europeo, y con plazos de devolución a 30 años. Eso facilitará el compromiso político de la ciudadanía con la Transición Verde y la Agenda 2030.  Se puede estudiar también que accedan a la financiación del BCE los sindicatos para que puedan organizar manifestaciones, piquetes y mariscadas, aunque eso podría suscitar recelos entre los empleadores.

En definitiva, debemos continuar con el éxito de la Comisión Von der Leyen. La industria tiene que seguir cerrando fábricas. Los trabajadores deben ser cada vez menos productivos. Debe haber cada vez más normas verdes que encarezcan la construcción de vivienda y de infraestructuras. La energía debe ser cada vez más cara, prohibitiva. El BCE debe dar cada vez más crédito y financiación sin límites a quien nos interese. Los coches particulares, sus carreteras, sus plazas de aparcamiento, deben desaparecer, o ser limitadas a los pocos automóviles que privilegiemos para nuestros generosos donantes millonarios comprometidos. Aumentar los impuestos, imponer restricciones, prohibir todo lo que podamos, y establecer todas las obligaciones que podamos, es sin duda el único camino de prosperidad para la Unión Europea.

Feliz día de los Santos Inocentes.

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