POSHUMANISMO, ENVEJECIMIENTO Y FUTURO DE EUROPA – AVIZOR – 17 ENERO 2023
POSHUMANISMO, ENVEJECIMIENTO Y FUTURO DE EUROPA
En el eje central del proceso de involución cultural que está sufriendo la Civilización Occidental desde mediados del siglo XX, se han venido entrecruzando insidiosamente las políticas de «planificación familiar» y las políticas de «control demográfico».
Las primeras se diseñaron con un doble objetivo, el de separar procreación de sexualidad en los países desarrollados y el de servir como instrumento para el control demográfico en los países menos desarrollados. Ambas políticas se llevaron a la práctica a través de la comercialización generalizada de los anticonceptivos orales, la famosa «píldora», así como de otros métodos afines.
Las medidas de control demográfico fueron pergeñadas por Henry Kissinger en los años setenta con el objetivo de frenar la explosión demográfica que se estaba produciendo en los países del llamado Tercer mundo. Se consideró que un descontrolado aumento de la población en esos países traería consigo un intenso agravamiento de su pobreza, configurando así un muy probable escenario generador de revoluciones comunistas que fuesen una amenaza para los EEUU.
Ambas políticas se aplicaron de forma simultánea a lo largo del último cuarto del siglo pasado, desapareciendo en este siglo la campaña de control demográfico en los países más deprimidos. Paralelamente, el movimiento poshumanista, que surgió precisamente en EEUU, ha consolidado su cosmovisión materialista, que se ha constituido en el núcleo de la contracultura nihilista que ha acabado siendo hegemónica en todo Occidente. La confluencia del uso generalizado de los métodos anticonceptivos y de la contracultura poshumanista ha sido decisiva para que se produjese la paradoja de que el asedio a la natalidad se haya trasladado de los países en desarrollo a los países desarrollados, en los que otros factores derivados de los significativos cambios producidos en los roles intrafamiliares, se han convertido en decisivos coadyuvantes del invierno demográfico que padece Occidente. Esas estrategias antinatalistas junto con la concepción antropológica que niega la dignidad ontológica del ser humano, han sido el detonante de la expansión de la lacra del aborto como un método anticonceptivo, estrategia de muerte que vulnera el derecho a la vida del hijo concebido para nacer.
En Europa, con una población envejecida por carecer de reemplazo generacional, una deuda pública en el entorno del 90% de su PIB, una economía en estanflación y un Estado de bienestar insostenible, es absolutamente perentorio el restablecer la hegemonía de la cosmovisión humanista de raíces cristianas que constituya la base para el resurgir de la sociedad europea de las libertades y de la ética de la responsabilidad.
Avizor
Enero de 2023