LOS DEL «NUNCA PASA NADA»

En los comienzos de la Transición desde la autocracia autoritaria franquista a la democracia liberal, muchos españoles expresaban en privado la idea de que el cambio de régimen no les iba a afectar de forma significativa, ya que su vida continuaría sin especiales cambios.

Esa actitud simplista, pasiva y asocial, que comportaba la trivialización de la democracia, resultaba irritante para aquellos pocos que nos comprometimos en la lucha por alcanzar las libertades democráticas y el estado de derecho. Tantos años sin cauces de representación política en España habían conducido a la despolitización de la mayoría de la sociedad española.

Transcurrido prácticamente medio siglo de aquel benéfico proceso y del régimen democrático que alumbró, nos encontramos ante una perversa situación en la que, aceleradamente, se pretende destruir la todavía débil democracia para erigir sobre sus ruinas una autocracia autoritaria sanchista. Esos casi cincuenta años no han pasado en balde, pero la cultura democrática ha sufrido serías dificultades para desarrollarse como consecuencia de la hegemonía cultural del totalitarismo nihilista y de una partitocracia rampante.

Resultado de la fragilidad de nuestra democracia junto a la escasa cultura democrática, un significativo número de españoles sigue opinando que, para ellos, «nunca pasa nada» en el azaroso devenir político y no son conscientes de que en esta ocasión lo que están facilitando, con su condescendencia cómplice, es la progresiva pérdida de sus derechos y libertades.

Avizor
sept. de 2023