El martes 05 de marzo el Centro Covarrubias organiza la presentación del nuevo libro de Tomás Alfaro, Economía de Libre Mercado para Jóvenes de 15 a 80 años.
Le acompañará ese día nuestro querido Carlos Rodríguez Braun.
Será en la Fundación Rafael del Pino, calle Rafael Calvo 39 de Madrid, a las 18:30 de la tarde.
La entrada es libre hasta completar aforo. No es necesaria inscripción previa.

Y compartimos aquí una fantástica y completa reseña del libro escrita por Guillermo Franco Frías.

ECONOMÍA DE LIBRE MERCADO PARA JÓVENES DE 15 A 80 AÑOS

“Ediciones Pirámide” ha publicado en 2023 este atractivo libro. Su autor, Tomás Alfaro Drake, el conocido bloguero “Tadurraca”, (1951), es un ingeniero industrial que, como otros muchos de sus colegas, ha desarrollado su actividad laboral en el mundo empresarial, a la par que la simultanea con la docencia; de hecho, en el momento de publicar el libro, Tomás Alfaro continua dando clases en la UFV.

El lector al que se dirige el libro, es el hombre de la calle que desea entender el mundo en que vive y cómo se desempeñan en él los conceptos económicos clave; no persigue pues el libro entrar en el mundo académico, sino que palabras tales como PIB, inflación, gasto público…sean expresiones inteligibles para aquél que las escuche, y sepa cuándo usarlas, y cómo situarlas en el contexto adecuado.

A tales efectos, el libro identifica y explica los trece elementos que considera fundamentales:

(i) Los cinco primeros (dinero, comercio, precios, mercado de trabajo, inflación y tipo de interés), se refieren a conceptos que usan en la vida cotidiana las personas que integran una economía doméstica, las cuales en el día a día hacen diversas compras, van a trabajar, pagan una hipoteca…

(ii) A continuación, el libro se asoma al funcionamiento de la empresa privada con otras tres ideas que son clave para la creación y el funcionamiento del tejido empresarial: el elemento empresarial, la banca, la bolsa

(iii) Tres elementos introducen seguidamente el sector público en el modelo que estamos utilizando: el gasto público, los impuestos, la deuda pública

(iv) Y por último, pasamos ya al PIB, y la consideración del sector exterior con la Balanza de Pagos.

Tomás Alfaro aborda la articulación de estas ideas clave, con la soltura que le dan sus muchos años de enseñanza en la I.E, Business School y en la Universidad Francisco de Vitoria: La clave de bóveda que vertebra el libro, es la necesidad de que el Estado tenga el mínimo tamaño posible; lo cual requiere, a su vez, un adecuado sistema de contrapesos, y la vigilancia de la ciudadanía, ya que la tendencia natural del Estado será ocupar la mayor parcela posible de actividad y de poder.

Esta economía muy escasamente intervenida que describe el libro, proporciona al particular, mediante el sistema de precios, una información que le permite la adopción de decisiones sensatas sobre qué intercambios realizar; decisiones que estarán basadas en la adecuación de la realidad objetiva a sus preferencias individuales tanto en la adquisición de bienes y servicios como en la busca de trabajo.

“Economía de libre mercado…” considera que en la sociedad en que vivimos, el tejido empresarial es el motor del progreso de la economía y del aumento exponencial de la prosperidad que hemos vivido; y el tejido empresarial sólo podrá medrar si cuenta con una información fiable como la que proporciona un sistema fiable de precios; y, para medrar, necesitará la institucionalización de intermediarios financieros como la Bolsa y la Banca de cuya existencia Tomás Alfaro se muestra franco partidario -en sus propias palabras, “discrepo(a) de los liberales a ultranza que ven en la reserva fraccionaria una bestia negra inflacionaria”.

El impacto de esta última declaración sobre la creación de dinero, no empece para la radical adscripción de este libro a la idea de que la única causa de la inflación es el exceso de masa monetaria, y su corolario de que la mejor inflación es cero por ciento. Es definitorio al respecto el último párrafo del capítulo dedicado a esta idea básica en el que se refiere a un pacto no escrito entre Bancos Centrales y Gobiernos endeudados, por cuya virtud, mediante la inflación, se saca dinero del bolsillo de ahorradores y futuros pensionistas para meterlo en el bolsillo de los que se endeudan, y muy particularmente en el de los Estados.

Más reflexión puede suscitar la introducción del Sector Público en el modelo, dados los supuestos de hecho que se adoptan: En el clásico dilema entre libertad y seguridad, el autor se inclina abiertamente por la libertad, pero, lejos del anarcoliberalismo, Tomás Alfaro le reconoce al Estado las funciones tradicionales como defensa, administración de justicia, orden público; y le asigna además al Estado otras cuatro funciones a desarrollar que llevan como oración de principio la creencia del autor en la capacidad y deseo del Estado de administrar racionalmente los recursos, y de saber evaluar las necesidades individuales: Estas cuatro funciones adicionales son:

-Dotar de medios a aquellos a los que REALMENTE (mayúsculas del autor) les sean necesarios tales medios para disfrutar de servicios básicos de calidad: educación, sanidad…

-Garantizar unos ingresos mínimos vitales a todo aquél que queriendo trabajar (tipo de letra del autor), no pueda hacerlo, cuidando, al tiempo, de que tal ingreso mínimo vital no desincentive la busca de empleo.

-Poner los medios para que todo el mundo pueda tener un buen pasar al llegar a la vejez: Para ello, entre el método de reparto y el de capitalización, el autor se decanta por este último siempre que el Estado pueda aportar la cantidad necesaria de ahorro anual a cuantos REALMENTE (mayúsculas del autor) lo necesiten.

-La creación de infraestructuras siempre que se respete el principio de subsidiariedad, y el sector público no haga aquello que puede hacer el sector privado –incluida la gestión de estructuras públicas.

Estas consideraciones sobre el gasto público se engarzan con su sentir sobre los impuestos: Para Tomás Alfaro los indicadores como esfuerzo fiscal, liberación fiscal, o sacrificio fiscal… debieran también considerar la eficacia de los servicios prestados por el Estado, y la transparencia en el control del gasto. Su argumento, difícil de rebatir, es que el ciudadano satisfecho con los servicios prestados por el Estado, y que además tiene información veraz y transparente sobre cómo se usan sus impuestos, estará más dispuesto a pagar los impuestos que el ciudadano de un país con un gasto público ineficiente y opaco.

El libro concluye con la explicación del PIB como magnitud agregada, y la introducción del sector exterior y la Balanza de Pagos como test de la competitividad de la economía de un país.

La resultante es un modelo económico idealizado, especialmente en lo referente al gasto público pues, como explica Tomás Alfaro, su trasposición a la realidad tropieza con que un aumento del gasto público y el déficit público, produce un incremento de votos, lo cual lo convierte en la más fácil opción para cualquier político de un país democrático.

Esta idealización cumple la función buscada por el libro: Proporcionar un marco de referencia que sirva de baremo y capacite para, sin necesidad de ser experto en la materia, poder juzgar la bondad de las medidas de política económica que se puedan tomar.

Cabe, en todo caso, recordar que hace veinte años la Administración Española tenía un marco de este porte como referencia, y se tenía a gala practicar la regla del déficit cero para la Administración a la par que se miraba por privatizar las funciones no esenciales del Estado.

Guillermo Franco Frías
Licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas. Es Técnico comercial y economista del Estado, y ha desempeñado diversos puestos en la administración comercial española.

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